No hay duda de que la leyenda más característica de Girona es la de las moscas de San Narciso. Mientras en otras poblaciones hacen aparecer en sus leyendas dragones, águilas o leones, los gerundenses se han dedicado a glorificar un pequeño insecto doméstico, fuerza molesto pero cordialmente casero: la mosca!
EL Milagro de las moscas
En 1285, las tropas francesas asediaban Girona y consiguieron entrar en la ciudad. En San Félix, profanaron el sepulcro de San Narciso, rompiéndolo: de dentro comenzaron a salir moscas que picaron los franceses, dejando de lado los gerundenses. Los soldados franceses, asustados, se fueron: las moscas habían muerto 4.000 caballos y 20.000 soldados, encomendándoles algún daño en picarlos. Este hecho, decía la leyenda, se repitió en otros sitios de la ciudad, siempre protagonizados por franceses: en 1653 y 1808.
Dicen que por San Narciso se acaban las moscas, y que hasta el año siguiente no se vuelven a ver.